Los especialistas le han atribuido a la Didáctica distintos objetos de estudio. Algunos han planteado que debía ocuparse del proceso de enseñanza aprendizaje. Al presentar el binomio enseñanza-aprendizaje de esta forma, se puede suponer erróneamente una relación causal entre los dos procesos, cuando en verdad la relación entre ambos es de carácter ontológico. Plantearla así significa reconocer que la actividad de enseñar se origina porque existe en el hombre la capacidad de aprender.
Puestos a escoger entre alguno de los polos del binomio, un buen número de investigadores de la didáctica se inclinaron por la enseñanza, ya que el aprendizaje, argumentaban, es objeto de interés de otra ciencia, la Psicología.
Puestos a escoger entre alguno de los polos del binomio, un buen número de investigadores de la didáctica se inclinaron por la enseñanza, ya que el aprendizaje, argumentaban, es objeto de interés de otra ciencia, la Psicología.
La relación entre enseñanza y aprendizaje no es causal, sino ontológica. Debemos sincerarnos; no siempre que enseñamos los niños aprenden. Aceptemos de antemano que existen grandes posibilidades de que nuestros esfuerzos por enseñar fracasen, a veces por nuestras propias limitaciones, y otras por imponderables en los que no podemos intervenir.
Enseñar es una palabra de raíces muy hondas y de larga historia. Conlleva un sinnúmero de aplicaciones idiomáticas, imposibles de resumir en una definición que aclare la esencia o el significado real del acto de enseñar.
A lo largo de la historia, y aún en la actualidad, son muchos lo filósofos, didactas y especialistas en educación que han intentado brindar definiciones acabadas acerca de la enseñanza. De esta forma, contribuyen a las discusiones que se generan y que seguirán generándose con relación no sólo al qué es enseñar, sino también en torno al cómo, de qué forma y qué es lo que hay que enseñar en las escuela.
Enseñar es una palabra de raíces muy hondas y de larga historia. Conlleva un sinnúmero de aplicaciones idiomáticas, imposibles de resumir en una definición que aclare la esencia o el significado real del acto de enseñar.
A lo largo de la historia, y aún en la actualidad, son muchos lo filósofos, didactas y especialistas en educación que han intentado brindar definiciones acabadas acerca de la enseñanza. De esta forma, contribuyen a las discusiones que se generan y que seguirán generándose con relación no sólo al qué es enseñar, sino también en torno al cómo, de qué forma y qué es lo que hay que enseñar en las escuela.